Lo supe al ver tu aura marcharse con el viento.
Y mi silueta se abraza eternamente a tu sepulcro,
en un consuelo recortado por el sol.
Mi sombra te busca porque sin ti no vuela.
Se disuelve poco a poco en cada lluvia,
se convierte en olvido de esta tierra,
alejándose en silencio de tu cielo.
Y qué difícil es vagar por nuestras calles sin ti.
Y respirar este aire en el que tú ya no anidas.
En una vida que ahora el tiempo va desangrando.
A la espera de aquel suspiro en el que volveremos a encontrarnos.
© 2021 Pablo Alejandro Pedraza
Buenos Aires, Argentina
Se respira el dolor en cada letra y no por eso es menos bello este poema. Un gusto leerte en poesía.
ResponderBorrarMuchísimas gracias, María, por pasar, leer y comentar! Cariños!
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