Su marido era insufrible. El hijo, un vago que andaba siempre sucio. La hija… una cualquiera, que se colgaba del cuello del primero que pasaba. Y ella, bueno, pobrecita, bruta como la madre… encima nunca fue muy agraciada. Pero desde hace unos días, justo después de que ganaron la lotería, los empecé a mirar con otros ojos.
Semifinalista del concurso: Relatos en cadena 2021
Escuela de escritores, España.
© 2021 Pablo Alejandro Pedraza
Buenos Aires, Argentina
Todos los derechos reservados